3.4 Riesgos existentes en el área quirúrgica. Incendios, explosiones, accidentes traumáticos.

 

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El equipo defectuoso, el uso inadecuado del equipo, la exposición a sustancias tóxicas así como los residuos infecciosas, la exposición a sustancias tóxicas así como los residuos infecciosos, cortes, lesiones por pinchazo con agujas y láseres son algunos de los peligros relacionados con el ambiente quirúrgico. 

La vigilancia interna del quirófano incluye el análisis de las muestras de limpieza de superficies y muestras de aire, para detectar agentes infecciosas y tóxicos.

Riesgos del láser

Deben tomarse precauciones para reducir la exposición de ojos y piel a los rayos láser, prevenir la inhalación de los vapores que  este instrumento  produce ( humo y partículas). Existen  varios tipos de láser para uso clínico, el personal perioperatorio debe estar familiarizado con las características únicas, operación específica y medidas de seguridad para cada tipo de láser utilizado.

Entre las medidas de seguridad se encuentran: el uso de anteojos protectores  apropiados  para el rayo láser  utilizado, en algunos procedimientos se emplean evacuadores de humo para eliminar los vapores del láser del campo quirúrgico.

Apoyo y asistencia emocional

La asistencia de enfermería debe incluir un cálido contacto personal que humanice el ambiente del quirófano, a menudo frío, aséptico y muy tecnificado. 

Durante la preparación para la anestesia y la cirugía, el personal de enfermería continuará tranquilizando al paciente, reduciendo su ansiedad y proporcionándole comodidad física y medidas de seguridad. 

Se  describirán todos los estímulos sensoriales que va a recibir el paciente (p. ej., colocación del  manguito de presión arterial, del electrocardiógrafo, de las vías intravenosas y las bandas de seguridad protectoras), garantizándole que se permanecerá junto a él durante la intervención. 

El personal de enfermería debe utilizar sus conocimientos básicos de comunicación, como el tacto, el contacto ocular y una tranquilización verbal realista,  para reducir la ansiedad. 

Esta asistencia de enfermería centrada en el paciente se mantendrá durante toda la intervención. Aunque el paciente esté bajo los efectos de una anestesia general, puede  oír  subconscientemente lo que se dice en el quirófano. Se ha comprobado que la consciencia intraoperatoria o  los recuerdos posoperatorios  son un factor que contribuyen a la ansiedad post operatorio.

Seguridad del paciente

Durante la intervención, en especial mientras se mantienen los efectos de la anestesia, el paciente no puede protegerse a sí mismo frente a ningún posible peligro, por lo que el personal de enfermería debe ayudarle para prevenir las lesiones. 

Tras inducir la anestesia, se pierden los mecanismos normales de autoprotección, como el dolor y los reflejos  de retirada.  

Los objetos pequeños  o potencialmente peligrosos, como las agujas  o las jeringas,  no deben estar próximos al paciente. 

Deben utilizarse cintas de seguridad, aunque  el enfermo esté plenamente consciente.  

El personal  de enfermería, los cirujanos y los ayudantes del cirujano son responsables de contarte de forma precisa todos los  instrumentos y  gasas que se utilizan en campo quirúrgico. 

Los repuestos   precisos de estos elementos,  reducen el riesgo de dejar objetos innecesarios dentro del paciente durante la  operación   Colocación del paciente

En cirugía,   se utilizan varias posiciones, la elección de la postura depende de la zona que se va a intervenir  y de la situación del paciente. Es necesario establecer una planificación y coordinación para todo el equipo de quirófano efectos   de evitar lesiones derivadas de la posición  quirúrgica.

Asepsia

Todos los que están en el quirófano deben permanecer atentos a la posible contaminación de los instrumentos y los materiales   estériles y ayudar a mantener las condiciones de asepsia.

Preparación de la piel 

A efectos de reducir la contaminación de la herida quirúrgica, la piel que la rodea se prepara para disminuir el número de microorganismos existentes inhibir su crecimiento. Antes de la intervención, se prepara la piel y se elimina el pelo.  

Peligros eléctricos

Los peligros eléctricos son fuego, la descarga eléctrica y las quemaduras. Las  chispas  provocadas por las averías de los equipos, la electricidad estática  o el uso de láseres y  bisturíes eléctricos son posibles focos de ignición. 

El uso de oxígeno a altas concentraciones para la anestesia incrementa el riesgo de fuego y  lo mismo sucede con el alcohol y otras sustancias inflamables que a veces se encuentran en los  quirófanos.

Existe la posibilidad de que se produzcan quemaduras eléctrica y térmicas, que pueden deberse al contacto con conductores eléctricos o al paso de la corriente a través del organismo no bien  aislado. 

Las quemaduras  eléctricas   suelen ser consecuencia del uso del bisturí eléctrico con una toma de tierra inadecuada y son las lesiones eléctricas más frecuentes en los  quirófanos.

La protección  frente a los peligros eléctricos  obliga a un uso y mantenimiento adecuado de todos los equipos quirúrgicos y al aislamiento  y  toma de tierra del paciente cuando se utiliza el bisturí  eléctrico.  

Quemaduras químicas

La exposición a las soluciones antimicrobianas puede dar lugar a irritación o quemaduras químicas en la piel, sobre todo cuando se acumulan y permanecen durante toda la intervención en una zona determinada.  

Temperatura

Durante la cirugía y la anestesia,  muchos pacientes sufren una importante pérdida de calor corporal, con la consiguiente disminución de la temperatura central del organismo. 

Entre los factores que contribuyen a este problema se encuentran la administración de gases fríos, la inyección de líquidos intravenosos fríos, la alteración de la termorregulación y la  reducción del metabolismo impuesta por la medicación anestésica, la exposición a la baja temperatura del quirófano, las soluciones frías por irrigación y la pérdida por evaporación en la zona de la intervención.  

Los  pacientes ancianos, delgado sí muy jóvenes son los que presentan un mayor riesgo de hipotermia intra operatoria.  La pérdida de calor suele incrementarse cuando las zonas expuestas del organismo son grandes,  ya que ello produce una mayor pérdida de calor por evaporación, como sucede en las intervenciones abdominales o torácicas y en las operaciones prolongadas. 


Bibliografía:  
  • Enfermería  medicoquirúrgica; Beare y Myers,  3ra.  Edición, volumen I,  España, año 1999.
  • Enfermería medicoquirúrgica;  Brunner y Suddarth, 12.a edición, volumen I,  España, año 2013



 


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